Los bosques en Andalucía
El dominio de los árboles, nuestros parecidos – una invitación a conectarse con la naturaleza.
El bosque es el ecosistema donde predominan los árboles. Constituye el final de la sucesión ecológica y es el medio más complejo en cuanto a estructura. Las masas forestales de Andalucía se localizan sobre todo en las sierras y a lo largo del litoral, ocupando terrenos poco productivos y que por tanto no pueden utilizarse para la agricultura. Resaltar la importancia de dos factores para explicar el aspecto de los ecosistemas terrestres mediterráneos: la presencia de la ganadería extensiva y del fuego.
Los bosques andaluces son muy variados, a menudo con una densidad arbórea laxa y que incorporan abundantes matorrales y pastizales. La presencia de sabinas (Juniperus spp) es un elemento destacado de los bosques mediterráneos.
En Andalucía los bosques resultan ser muy atractivos por su biodiversidad, aunque pocos de ellos han conservado un carácter natural de bosque mixto, como los extraordinarios bosques de la Dehesa de Camarate en Sierra Nevada y los del Valle del Genal en la Serranía de Ronda. Por otro lado, mencionar la dehesa, un ecosistema muy humanizado de tipo agro-silvo-pastoral presente sobre todo en Sierra Morena.
Las masas forestales de Andalucía están dominadas por los robles (Quercus spp) y por los pinos (Pinus spp) complementadas por otras especies arbóreas.
Bosques de pinos
• Pino salgareño (Pinus salzmanii), pino resinero (Pinus pinaster), pino albar (Pinus sylvestris) y pinsapo (Abies pinsapo). Crecen en la media y la alta montaña y constituyen bosques naturales relictos.
• Pino carrasco (Pinus halepensis). Adaptado a las condiciones de sequedad y ampliamente distribuido en toda la región.
• Pino piñonero (Pinus pinea). Especie termófila de litoral y de baja montaña.
Bosques de robles caducifolios
• Quejigo alpestre (Quercus faginea alpestris = Quercus alpestris). Forma una curiosa dehesa de altitud en Sierra de Las Nieves hasta los 1 850 m.
• Quejigo (Quercus faginea). La especie es marcescente (ver nota) y necesita un clima suave y húmedo, sobre todo presente en las sierras, normalmente en bosques mixtos.
• Roble andaluz (Quercus canariensis). Endemismo ibero-magrebi, es el Quercus con mayor exigencia de humedad y clima suave, sobre todo presente en el Campo de Gibraltar.
• Melojo (Quercus pyreanica). Escaso, normalmente en bosques mixtos. Especie marcescente que conserva las hojas muertas durante el invierno.
El alcornoque (Quercus suber) es un árbol extraordinario por su corteza corchosa que se suele recolectar en un ciclo de 7-8 años.
Bosques de robles perennes
- Encina (Quercus ilex = Quercus ballota = Quercus rotundifolia). El Quercus ibérico por excelencia adaptado a un amplio espectro de condiciones climatológicas y de suelo.
- Alcornoque (Quercus suber). Necesita suelos ácidos y más humedad que la encina.
Los olivos silvestres (Olea europaea) ofrecen una fructificación de aceitunas pequeñas a finales de otoño, abundante y muy enérgica, lo que beneficia a los numerosos paseriformes invernantes (currucas, etc.).
Acebuchales
El acebuche (Olea sylvestris europaea) es el olivo silvestre, una especie muy termófila y presente en las zonas de baja altitud en Andalucía. Está hoy en día restringido a las laderas pedregosas no cultivadas y a las lindes de los campos.
Los álamos y sauces forman densos y altos bosques a orillas de los ríos más importantes de Andalucía.
Bosques de ribera
Estos bosques crecen en el borde de masas de agua permanente, principalmente ríos, y se encuentran limitados por la humedad del suelo y no tanto por el clima del entorno. Sus árboles suelen tener un crecimiento rápido y hojas caduca. Los álamos (Populus alba) y sauces (Salix alba, Salix fragilis) forman bosques densos y altos en torno a los ríos más caudalosos. Están acompañados de chopos (Populus nigra), fresnos (Fraxinus excelsior), olmos (Ulmus minor) y otros arboles pequeños como tarajes (Tamarix spp), alisos (Alnus glutinosa), sauzgatillos (Vitex agnus castus), sauces arbustivos (Salix spp), adelfas (Nerium oleander) y otros arbustos. En estos bosques, destaca la abundancia y diversidad de lianas, por ejemplo, la vid silvestre (Vitis vinifera) o la zarzaparilla (Smilax aspersa).
La diversidad de aves estrictamente forestales es modesta en Andalucía, aunque se puede destacar la presencia del pito real ibérico (Picus sharpei). Sin embargo, grandes rapaces emblemáticas nidifican en sus bosques, como el buitre negro (Aegypius monachus), águila imperial ibérica (Aquila adalberti), águila calzada (Hieraetus pennatus) y abejero europeo (Pernis apivorus). Los bosques son igualmente el refugio de los grandes mamíferos y de los murciélagos forestales. Entre los invertebrados, destacan los insectos que degradan la madera muerta (saproxilófagos), con numerosos ejemplos de coleópteros muy llamativos de las familias Cerambycidae y Buprestidae. Para concluir indicar que la diversidad de hongos alcanza sus valores máximos en los bosques, especialmente en las florestas de Los Alcornocales.
Marcescente: término utilizado en botánica para describir a aquellas hojas de árboles y arbustos caducifolios, que, tras haber finalizado el periodo vegetativo y con el cambio de color del follaje, permanecen en el árbol en su gran mayoría durante toda la estación fría (otoño e invierno) hasta prácticamente la salida de las nuevas hojas en la siguiente primavera. Los árboles que suelen ser característicos por este fenómeno, son los robles).
Los pinos salgareño (P. salzmanii) -antiguos y tortuosos- de la Sierra de Cazorla forman parte de mi lista de paisajes zen de Andalucía que me emocionaron especialmente. Sobre todo porque están poblados de saltamontes excesivamente discretos por ser nocturnos y arbóreos, pero en ocasiones super abundantes. ¡Qué recuerdos!
El valle del Genal tiene una formidable diversidad forestal.
El bosque es el ecosistema donde predominan los árboles. Constituye el final de la sucesión ecológica y es el medio más complejo en cuanto a estructura. Las masas forestales de Andalucía se localizan sobre todo en las sierras y a lo largo del litoral, ocupando terrenos poco productivos y que por tanto no pueden utilizarse para la agricultura. Resaltar la importancia de dos factores para explicar el aspecto de los ecosistemas terrestres mediterráneos: la presencia de la ganadería extensiva y del fuego.
Los bosques andaluces son muy variados, a menudo con una densidad arbórea laxa y que incorporan abundantes matorrales y pastizales. La presencia de sabinas (Juniperus spp) es un elemento destacado de los bosques mediterráneos.
En Andalucía los bosques resultan ser muy atractivos por su biodiversidad, aunque pocos de ellos han conservado un carácter natural de bosque mixto, como los extraordinarios bosques de la Dehesa de Camarate en Sierra Nevada y los del Valle del Genal en la Serranía de Ronda. Por otro lado, mencionar la dehesa, un ecosistema muy humanizado de tipo agro-silvo-pastoral presente sobre todo en Sierra Morena.
Las masas forestales de Andalucía están dominadas por los robles (Quercus spp) y por los pinos (Pinus spp) complementadas por otras especies arbóreas.
Bosque natural de pinos resineros (Pinus pinaster).
Bosques de pinos
• Pino salgareño (Pinus salzmanii), pino resinero (Pinus pinaster), pino albar (Pinus sylvestris) y pinsapo (Abies pinsapo). Crecen en la media y la alta montaña y constituyen bosques naturales relictos.
• Pino carrasco (Pinus halepensis). Adaptado a las condiciones de sequedad y ampliamente distribuido en toda la región.
• Pino piñonero (Pinus pinea). Especie termófila de litoral y de baja montaña.
Bosques de robles caducifolios
• Quejigo alpestre (Quercus faginea alpestris = Quercus alpestris). Forma una curiosa dehesa de altitud en Sierra de Las Nieves hasta los 1 850 m.
• Quejigo (Quercus faginea). La especie es marcescente (ver nota) y necesita un clima suave y húmedo, sobre todo presente en las sierras, normalmente en bosques mixtos.
• Roble andaluz (Quercus canariensis). Endemismo ibero-magrebi, es el Quercus con mayor exigencia de humedad y clima suave, sobre todo presente en el Campo de Gibraltar.
• Melojo (Quercus pyreanica). Escaso, normalmente en bosques mixtos. Especie marcescente que conserva las hojas muertas durante el invierno.
El alcornoque (Quercus suber) es un árbol extraordinario por su corteza corchosa que se suele recolectar en un ciclo de 7-8 años.
Bosques de robles perennes
- Encina (Quercus ilex = Quercus ballota = Quercus rotundifolia). El Quercus ibérico por excelencia adaptado a un amplio espectro de condiciones climatológicas y de suelo.
- Alcornoque (Quercus suber). Necesita suelos ácidos y más humedad que la encina.
Los olivos silvestres (Olea europaea) ofrecen una fructificación de aceitunas pequeñas a finales de otoño, abundante y muy enérgica, lo que beneficia a los numerosos paseriformes invernantes (currucas, etc.).
Acebuchales
El acebuche (Olea sylvestris europaea) es el olivo silvestre, una especie muy termófila y presente en las zonas de baja altitud en Andalucía. Está hoy en día restringido a las laderas pedregosas no cultivadas y a las lindes de los campos.
Los álamos y sauces forman densos y altos bosques a orillas de los ríos más importantes de Andalucía.
Bosques de ribera
Estos bosques crecen en el borde de masas de agua permanente, principalmente ríos, y se encuentran limitados por la humedad del suelo y no tanto por el clima del entorno. Sus árboles suelen tener un crecimiento rápido y hojas caduca. Los álamos (Populus alba) y sauces (Salix alba, Salix fragilis) forman bosques densos y altos en torno a los ríos más caudalosos. Están acompañados de chopos (Populus nigra), fresnos (Fraxinus excelsior), olmos (Ulmus minor) y otros arboles pequeños como tarajes (Tamarix spp), alisos (Alnus glutinosa), sauzgatillos (Vitex agnus castus), sauces arbustivos (Salix spp), adelfas (Nerium oleander) y otros arbustos. En estos bosques, destaca la abundancia y diversidad de lianas, por ejemplo, la vid silvestre (Vitis vinifera) o la zarzaparilla (Smilax aspersa).
Magia de los bosques en Andalucía.
La diversidad de aves estrictamente forestales es modesta en Andalucía, aunque se puede destacar la presencia del pito real ibérico (Picus sharpei). Sin embargo, grandes rapaces emblemáticas nidifican en sus bosques, como el buitre negro (Aegypius monachus), águila imperial ibérica (Aquila adalberti), águila calzada (Hieraetus pennatus) y abejero europeo (Pernis apivorus). Los bosques son igualmente el refugio de los grandes mamíferos y de los murciélagos forestales. Entre los invertebrados, destacan los insectos que degradan la madera muerta (saproxilófagos), con numerosos ejemplos de coleópteros muy llamativos de las familias Cerambycidae y Buprestidae. Para concluir indicar que la diversidad de hongos alcanza sus valores máximos en los bosques, especialmente en las florestas de Los Alcornocales.
Los pinos salgareño (P. salzmanii) -antiguos y tortuosos- de la Sierra de Cazorla forman parte de mi lista de paisajes zen de Andalucía que me emocionaron especialmente. Sobre todo porque están poblados de saltamontes excesivamente discretos por ser nocturnos y arbóreos, pero en ocasiones super abundantes. ¡Qué recuerdos!
Marcescente: término utilizado en botánica para describir a aquellas hojas de árboles y arbustos caducifolios, que, tras haber finalizado el periodo vegetativo y con el cambio de color del follaje, permanecen en el árbol en su gran mayoría durante toda la estación fría (otoño e invierno) hasta prácticamente la salida de las nuevas hojas en la siguiente primavera. Los árboles que suelen ser característicos por este fenómeno, son los robles).