G3-guides organizó una excursión de 5 días, del 29 de junio al 3 de julio, como culminación de la 7ª edición del Congreso Europeo de Odonatología que tuvo lugar en Sevilla (España). Exploramos principalmente la cuenca del Guadiaro, que a menudo se considera que contiene los últimos ríos salvajes del sur de España, a saber, los ríos Genal y Hozgarganta. También nos aventuramos cerca de El Chorro en busca de pequeños arroyos permanentes que nos recompensaron con hasta cuatro libélulas europeas raras e icónicas (!). Además, visitamos varios cuerpos de agua estancada para añadir especie a la lista.
Onychogonphus cazuma… La libélula que todos queremos ver, por supuesto. Foto: Agnieszka Tańczuk.
Disfrutamos de una bonita lista de especies con 38 taxones observados, cubriendo todas las especies objetivo. Podemos alegrarnos de ello, ya que no es tan habitual tener tanto éxito o suerte. El grupo era bastante numeroso y nos ofreció una muy buena compañía. En general, nos lo pasamos genial tanto en el campo como en el pueblo… con recuerdos imborrables, sin duda. Debo agradecer a Marta Villasán, Julia Guerra, Geert de Knijf y Cécile Malige su ayuda durante el trabajo de campo; un reconocimiento especial a Mónica, Stefan y Silvia de Benarrabá. Por supuesto, cada uno aporta su toque personal al proyecto y quiero reflejar mi profundo agradecimiento a todos los participantes.
En este artículo, sólo voy a desarrollar algunos puntos destacados. Pronto se publicará el relato completo del viaje, escrito por Julia, en el boletín de la recién creada Dragonfly Conservation in Europe. ¡Qué honor!
Día 1
Ya un puñado de libélulas
Visitamos un pequeño embalse (< 5 hectáreas) situado en el bosque de alcornoques (Quercus suber) cerca de Ronda. La masa de agua mantiene un nivel de agua (más o menos) uniforme durante todo el año con bastante zonas someras en sus margenes y escasa vegetación acuática… En general, la localidad es muy buena para las libélulas lénticas. El único inconveniente es la presencia masiva de gambusia (Gambusia affinis) que impresiona en cada visita. Sería una zona maravillosa sin esta especie invasora.
El lugar es una visita clásica para la Paragomphus genei (Candil verde), pero no lo vimos. En cambio, pudimos observar una amplia variedad de libélulas presentes en los humedales de agua dulce del sur de España. Con 16 especies, el embalse fue una de las localidades más gratificantes durante el viaje. Las especies Centinela larga (Orthetrum trinacria), Candil de charcas (Gomphus pulchellus) y Azulillo menor (Ischnura pumilio) fueron de interés por su escasez en Andalucía.
Día 2
¡Un río que lo ofrece todo!
El segundo día nos centramos en el río Guadiaro… para darnos la oportunidad de avistar cuanto antes las especies fluviales mediterráneas más escasas. El río mantiene el mayor caudal y profundidad de toda la zona, y es posible vadearlo en la mayoría de sus puntos… En esas condiciones, observar la odonatofauna es una gozada. Visitamos tres tramos del Guadiaro evitando un tramo intermedio que ya estaba totalmente seco (!). Regularmente, un dique transversal crea una poza más profunda, que puede ser buena para la más esquiva y menos abundante de todas las especies de ríos: Macromia splendens (Macromia espléndida). Con un nombre así, no hace falta mucho para convencer a los observadores de que avistar varios individuos a la vez es una auténtica hazaña. Visitamos mi mejor lugar para la especie, y estaba nervioso, por supuesto, pero cuando lo hicimos, supe que todo el viaje sería un éxito.
Otra libélula única en la fauna europea: Macromia splendens. Photo: Agnieszka Tańczuk.
Pudimos estudiar toda la gama de especies lóticas en buen número: Oxigastra (Oxygastra curtisii), Candil de Graslin (Gomphus graslinii), Candil de pinzas (Onychogomphus uncatus), Centinela esbelta (Orthetrum chrysostigma), Torrentera moteada (Zygonyx torridus), Boyeria europea (Boyeria irene), Patiblanco claro (Platycnemis latipes), Damisela cobriza Calopteryx haemorrhoidalis) así como varios individuos de Patiblanco naranja (Platycnemis acutipennis). Además de dos Trithemis, etc. ¿Qué especie fue la más apreciada? Las torrenteras son algo muy especial con su distribución muy restringida en Europa, un comportamiento que las hace tan fáciles de observar, y sus exuvias únicas. A pesar del calor, ¡pudimos disfrutar del río tanto como quisimos!
Día 3
Rompiendo expectativas
Nos levantamos temprano para un día muy largo… necesitábamos recorrer 200 km, incluyendo las carreteras de montaña de la Serranía de Ronda, para visitar al menos tres localidades… tan pequeñas que te preguntas cómo los odonatos pueden prosperar en esos hábitats.
Centinela hebrada (Orthetrum niditinerve). Macho.
Primera parada: un arroyo poco impresionante, de muy poca profundidad pero con aguas permanentes, situado en un paisaje agrícola abierto. Resulta ser el mejor hábitat posible para la Centinela hebrada (Orthetrum niditinerve) y el Azulado mediterráneo (Coenagrion caerulescens), dos libélulas que se están volviendo increíblemente raras en el sur de España. Más libélulas centinelas (O. brunneum, O. chrysostigma, O. coerulescens) compartían el hábitat, así como torrentera moteada (Z. torridus), que encontramos en muchos lugares durante todo este viaje.
Nos refugiamos de las altas temperaturas bajo un pequeño puente aislado, protegido por módulos prefabricados de hormigón. Qué ambiente tan acogedor y, sobre todo, fresco.
Candil de Cazuma (Onychogonphus cazuma) macho.
Nos dirigimos entonces a la siguiente parada (dividiendo el equipo en dos grupos por razones de seguridad): un pequeño remanso situado a lo largo de una carretera, bajo un manantial que gotea permanentemente. Logramos encontrar tanto machos como hembras del Candil de Cazuma (O. cazuma) en una localidad que dejó a nuestros compañeros odonatologistas bastante sorprendidos con la selección de hábitat de nuestras especies mediterráneas. El Guardarroyo común (Cordulegaster boltonii) y algunas otras especies de Orthetrum también se reproducen en esta localidad.
Candil pálido (Onychogonphus costae). Pareja en cópula.
Finalmente llegamos a nuestra ubicación final en la ribera del río Guadalhorce. Varios individuos de Brachythemis impartita (Galladerte listado) nos sorprendieron antes de llegar al mejor lugar. Luego, tuvimos un festival de Candil pálido, Onychogomphus costae, posiblemente en el mejor lugar que conozco para observar la especie en Andalucía. La libélula estaba presente en buen número, especialmente para un gónfido ¡y además una especie muy poco común! Nos encantó descubrir que las parejas en cópula parecen tan concentradas en su tarea que no se alejan volando rápido, facilitando mucho su fotografía. Una buena opción para nuestra horda de ávidos observadores / voyeuristas de libélulas.
Día 4
El estrecho infinito
La visita al Estrecho de Gibraltar era obligada dado nuestro equipo ecléctico de europe@, con una representación de griegos, eslovenos, holandeses, suecos y así hasta 15 nacionalidades… Muy guay.
Primera visita a la Laguna Huerta de las Pilas, cerca de Algeciras. Unas cuantas libélulas, que no habíamos visto hasta ahora, aparecieron oportunamente, en concreto, el Gallardete negro (Selysiothemis nigra), Gallardete pigmeo (Diplacodes lefebvrii) y la libélula meridional (Sympetrum meridionale). Como era de esperar, los Obeliscos púrpura Trithemis annulata eran numerosos.
La Centinela larga (Orthetrum trinacria), una especie típica de las aguas estancadas en Europa meridional (Foto: Julia Guerra Carrande).
Lamentablemente, la visita al río Hozgarganta por la tarde solo reveló que el caudal y la calidad del agua eran malos, por lo que el río no estaba a la altura de nuestras expectativas. Este es uno de nuestros puntos favoritos de todos los tiempos y tal degradación es realmente preocupante. Se observaron varios individuos de Erythromma viridulum entre Erythromma lindenii.
Día 5
El Genal y su caída
Por último, teníamos que visitar el río Genal antes de abandonar la zona en dirección a Sevilla. Nos lo pasamos genial en Benarrabá y preparar el equipaje y marcharnos lleva su tiempo. No teníamos prisa. Llegamos a Venta de San Juan, un lugar típico de vacaciones, muy concurrido en verano. Ya sabíamos que nos encontraríamos con piscinas artificiales construidas con una maquinaria pesada. Las especies fueron… según las predicciones… muy pocas volando por las riberas del río. Una perspectiva muy triste pensar que este lugar era, solo unos años atrás, uno de los mejores lugares para Macromia, Graslini, Oxigastra en Europa… Entonces, ¿para qué sirve la Directiva Hábitat? Obviamente vimos algunas libélulas, siendo Orthetrum la más tolerante a las perturbaciones.
Después del picnic y de una reunión amistosa, tuvimos que seguir adelante, dejar las libélulas mediterráneas y prepararnos para el viaje de regreso a nuestra casa o próximas paradas. Este fue un viaje maravilloso y estoy profundamente agradecido a todos los participantes. Esperamos verlos pronto.
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