Desde el comienzo de G3, quedó claro que mi viejo catalejo Leica Televid no era apto para guiar profesionalmente… No puedo enseñar una visión deficiente de un individuo lejano. Así que tuve que buscar un nuevo telescopio de alta gama para ofrecer avistamientos a los observadores en cualquier condición posible.
Roquero solitario en la Serranía de Ronda
Florece información en Internet sobre telescopios para observación de naturaleza. Aumento, tamaño de lente objetivo, calidad óptica, resistencia al agua/niebla, en ángulo o recto, durabilidad, peso y portabilidad, oculares y precio…
Para mí fue fácil… quería lo mejor (un tema común en mi servicio), así que podía elegir cualquiera de las marcas Swarovski, Zeiss o Kowa. Mi búsqueda llegó a tiempo con el lanzamiento del último telescopio de gama alta por Kowa. Suelo trabajar con Óptica Roma (Madrid).
Con una (enorme) lente objetivo de 99 mm de diámetro, fabricada en una sola pieza de cristal de fluorita (sin aberración cromática), el resultado es absolutamente deslumbrante y luminoso.
Flamenco (Phoenicopterus roseus)
Añadimos un ocular con zoom (30x-70x) que apenas pierde calidad óptica en el aumento mayor. Se ven buitres posados en lo alto de un árbol a más de 3 km de distancia.
Por cierto, he probado el ocular con zoom gran angular… sin ninguna diferencia real en el campo de visión. Lo encontré inútil.
Un telescopio perfecto para el digiscoping… imágenes testigo, fotografías que compartir en redes sociales e incluso algunas imágenes muy bonitas.
Cuidado con la funda de neopreno -muy buena para proteger un objeto tan caro- pero se rompe fácilmente manipulando el botón de fijación.
No podría gastar mejor mi dinero e incluso logré comprar un segundo telescopio, por lo que no nos faltan excelentes vistas. Estamos todos contentos en el campo.
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