«Tomar una tapa, ir de tapas, el tapeo, tapear» … Es un estilo, el ícono de la cultura popular española. La «tapa» es esa pequeña porción para comer sobre la marcha, un aperitivo, no una comida en sí misma. No puedes pedir una tapa a secas … tienes que elegir entre una lista de nombres incomprensibles si no dominas el castellano, excepto en algunos bares, donde se incluyen junto con la bebida. El concepto es por tanto encadenar bebidas y tapas, a ser posible en diferentes locales.
Por extensión, tapear es reunirte con un grupo de amigos, ir a un restaurante barato y cenar juntos (presta atención a este adverbio porque la idea de compartir es central). Entonces, o te encuentras con tus amigos ya en el local, o decides prolongar un evento social o una reunión, o planificas un encuentro bastante informal para reunirte al día siguiente o en la misma noche. Queda por arreglar el punto de encuentro, normalmente un bar de barrio o en barrios animados. Tienes que conocer bien la geografía urbana, aunque no demasiado, pero sí los buenos lugares próximos. A veces son locales sin grandes pretensiones pero que merecen la pena por al menos una de sus especialidades.
Una vez en la mesa, el camarero o camarera pregunta primero, «¿para beber?». En Granada y Jaén, normalmente te incluirán una tapa gratuita con la bebida, en el resto de provincias tal vez aceitunas y poco más. Pide las bebidas y aprovecha el momento para indicar «para comer» o «para tapear». El camarero regresará con un mantel de papel, platos, picos, y luego las bebidas y el menú.
En la carta, cada plato vendrá con tres medidas: «Tapa – Media ración – Ración». Si vienes a comer, el consejo es favorecer las medias raciones, especialmente para carnes y platos más sofisticados. Para pasar el tiempo, mordisquea pan con aceite, o salmorejo con “picos” o “regañás”, unos mini panes muy decorativos típicos de Andalucía.
Si estás decidido a comer como los españoles, tienes que saber que los platos son generalmente compartidos (!) Una vez servida la ración, cada uno come de su lado del plato. Resulta muy sorprendente la primera vez. Es un intercambio absoluto y una prueba de amistad. La comida se coloca en pequeños platos de barro y el objetivo es establecer una armonía entre los comensales. La última porción “la de la vergüenza” se deja hasta que el grupo tome una decisión al respecto.
En el tapeo, los alimentos fritos son muy abundantes, las preparaciones ricas en salsa y aceite, los platos servidos con patatas fritas … cuidado con el exceso de aceite y la cruel falta de fibra. En un bar, o se bebe demasiado o se come demasiado graso, y la mayoría de las veces, ambas cosas a la vez. Sin embargo, tapear es una oportunidad fantástica para probar muchos platos y saborear la diversidad de la gastronomía andaluza.
Es posible comer muy bien, por 12-15 euros, incluso menos, y te divertirás.