Los matorrales en Andalucía
Territorios de transición temporal y sorpresas, sumamente ricos en la Península Ibérica.
Los matorrales conforman un tipo de vegetación donde predominan los arbustos y las matas, y se desarrollan previamente al establecimiento de las especies arbóreas y la implantación de los bosques. Esta dinámica, conocida como sucesión ecológica, suele ocurrir en parcelas donde la arboleda ha sido previamente eliminada por ser sometida a talas extractivas, desbroces o sobrepastoreo, sin olvidar los incendios.
En otros casos, la sucesión ecológica puede estar bloqueada en el estadio de matorral si las condiciones locales impiden el crecimiento de los árboles. Esta situación se observa por razones climáticas en alta montaña (pisos bioclimáticos oro- y criomediterráneo) o edafológicas en suelos extremamente secos o con alta salinidad.
Una lista de vegetación dominada por arbustos / matorrales en Andalucía:
- Piornales y enebrales–sabinares (vegetación almohadillada y rastrera de alta montaña)
- Jarales, brezales y cantuesales (matorrales silicícolas)
- Romerales y tomillares (matorrales basófilos)
- Matorrales de Retama de porte alto
- Tamujares (Securigena tinctoria) en arroyos temporales de Sierra Morena
- Saladares costeros y continentales (vegetación halófila)
El «monte mediterráneo«, expresión consagrada y de uso popular identificando el ecosistema terrestre tan típico de la península ibérica donde se entremezcla el bosque y el matorral. En España, se conocen los ingenieros forestales como ingenieros de montes.
Jara (Cistus spp) y retama (Spartium junceum), tipicos matorrales en Andalucía, colonizan rápidamente espacios abiertos, como este claro creado por un incendio en un pinar costero de pinos piñoneros (Pinus pinea).
El cantueso (Lavandula stoechas) es una planta aromática de la familia labiada tan típica del monte bajo español. Florífero, atrae insectos, en particular abejorros.
Los “cojines de las monjas” son típicos de la sierra andaluza y sirven de refugio a muchos insectos, especialmente ortópteros.
Las retamas y escobones nos ofrecen una floración abundante y fragante.
Destacar la curiosa vegetación almohadillada de alta montaña, un tipo de vegetación propio del sureste ibérico y también presente en Sierra de Las Nieves, pero que no se encuentra en otras montañas europeas.
La floresta mediterránea es rica en arbustos que ocasionalmente forman manchas de vegetación dentro de los bosques: lentisco (Pistacia lentiscus), arrayan (Myrtus communis), etc.
La península ibérica es un punto importante de diversidad para las leguminosas arbustivas. Muchas de estas plantas tienen floraciones espectaculares y son excelentes fuentes de néctar y de polen útiles para los insectos florícolas como mariposas, abejas y escarabajos. Esas marañas vegetales sirven de escondite para muchos insectos como las mantis y las chicharras, y para muchas aves como la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala). En los matorrales costeros de las dunas, destacar las retamas, arbustos que utilizan los camaleones (Chamaeleo chamaeleo) para esconderse.
He dedicado varias semanas de verano a los ortópteros de Cazorla y Segura, cuyas especies más raras e interesantes parecen apreciar el refugio de los cojines de piorno azul zurcidos y espinosos. ¡Uno de mis hábitats favoritos!
El cantueso (Lavandula stoechas) es una planta aromática de la familia labiada tan típica del monte bajo español. Florífero, atrae insectos, en particular abejorros.
Los matorrales conforman un tipo de vegetación donde predominan los arbustos y las matas, y se desarrollan previamente al establecimiento de las especies arbóreas y la implantación de los bosques. Esta dinámica, conocida como sucesión ecológica, suele ocurrir en parcelas donde la arboleda ha sido previamente eliminada por ser sometida a talas extractivas, desbroces o sobrepastoreo, sin olvidar los incendios.
En otros casos, la sucesión ecológica puede estar bloqueada en el estadio de matorral si las condiciones locales impiden el crecimiento de los árboles. Esta situación se observa por razones climáticas en alta montaña (pisos bioclimáticos oro- y criomediterráneo) o edafológicas en suelos extremamente secos o con alta salinidad.
El «monte mediterráneo«, expresión consagrada y de uso popular identificando el ecosistema terrestre tan típico de la península ibérica donde se entremezcla el bosque y el matorral. En España, se conocen los ingenieros forestales como ingenieros de montes.
Una lista de vegetación dominada por arbustos / matorrales en Andalucía:
- Piornales y enebrales–sabinares (vegetación almohadillada y rastrera de alta montaña)
- Jarales, brezales y cantuesales (matorrales silicícolas)
- Romerales y tomillares (matorrales basófilos)
- Matorrales de Retama de porte alto
- Tamujares (Securigena tinctoria) en arroyos temporales de Sierra Morena
- Saladares costeros y continentales (vegetación halófila)
Jara (Cistus spp) y retama (Spartium junceum), tipicos matorrales en Andalucía, colonizan rápidamente espacios abiertos, como este claro creado por un incendio en un pinar costero de pinos piñoneros (Pinus pinea).
La floresta mediterránea es rica en arbustos que ocasionalmente forman manchas de vegetación dentro de los bosques: lentisco (Pistacia lentiscus), arrayan (Myrtus communis), etc.
Los “cojines de las monjas” son típicos de la sierra andaluza y sirven de refugio a muchos insectos, especialmente ortópteros.
Destacar la curiosa vegetación almohadillada de alta montaña, un tipo de vegetación propio del sureste ibérico y también presente en Sierra de Las Nieves, pero que no se encuentra en otras montañas europeas.
Las retamas y escobones nos ofrecen una floración abundante y fragante.
La península ibérica es un punto importante de diversidad para las leguminosas arbustivas. Muchas de estas plantas tienen floraciones espectaculares y son excelentes fuentes de néctar y de polen útiles para los insectos florícolas como mariposas, abejas y escarabajos. Esas marañas vegetales sirven de escondite para muchos insectos como las mantis y las chicharras, y para muchas aves como la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala). En los matorrales costeros de las dunas, destacar las retamas, arbustos que utilizan los camaleones (Chamaeleo chamaeleo) para esconderse.
He dedicado varias semanas de verano a los ortópteros de Cazorla y Segura, cuyas especies más raras e interesantes parecen apreciar el refugio de los cojines de piorno azul zurcidos y espinosos. ¡Uno de mis hábitats favoritos!
Saladares costeros y continentales en Granada
La vegetación adaptada a las condiciones salinas (plantas halófilas) aparece lejos de la costa cuando el suelo está en contacto con arroyos salados o el antiguo fondo marino (canal del Guadalquivir). En esas condiciones, se puede encontrar una diversidad inesperada de arbustos, aunque esas plantas generalmente son difíciles de identificar. Estas marismas continentales, de gran interés y no infrecuentes en Andalucía Oriental, dan lugar a paisajes raros en Europa, que evocan las grandes llanuras de Asia Central.