Disfrutar la migración en Andalucía
Dos veces al año, millones de aves cruzan el Mar Medieterráneo para transitar entre sus territorios de cría localizados en el Continente Europeo y sus zonas de invernada en África. Todos los días del año, se observan aves migrando a través del Estrecho de Gibraltar.
Estrecho de Gibraltar
Aves planeadoras
30 especies
500.000 ejemplares
Pequeñas aves
130 especies
35 – 50 Mº ejemplares
Aves marinas/costeras
35 especies
1 Mº ejemplares
Fauna marina
«4» especies
Miles de ejemplares
Estrecho de Gibraltar
Aves planeadoras
30 especies
500.000 ejemplares
Pequeñas aves
130 especies
35 – 50 Mº ejemplares
Aves marinas/costeras
35 especies
1 Mº ejemplares
Fauna marina
«4» especies
Miles de ejemplares
La migración de los vertebrados
Cuando pensamos en el fenómeno de las migraciones visibles en el continente europeo, nos viene enseguida a la cabeza el grupo de las aves… Además de una minoría de especies residentes todo el año en un territorio dado, existen otras aves que exhiben desplazamientos estacionales y de largos alcances. Estas migraciones son motivadas sobre todo por la falta de alimentos en las latitudes altas durante el invierno. Se distinguen de una mera dispersión porque implican una ruta recorrida dos veces al año. Un mismo individuo realiza un viaje de sur hacia el norte, a finales del invierno para la época reproductora, y otro viaje de norte a sur cuando se acaba la temporada de cría.
Destacan algunos lugares donde congregan las aves en grandes números para pasar un obstáculo. Quizás el «cuello de botella» más famoso en Europa sea el Estrecho de Gibraltar donde millones de aves saltan entre Europa y África. Menos intuitivos y dificiles de estudiar por el observador de naturaleza son los movimientos de fauna marina (aves, cetáceos, peces) que cruzan también el Estrecho entre el mar Mediterráneo y el Océano Atlántico.
No podemos olvidar los mamíferos, y sobre todo los murciélagos con migraciones entre colonias reproductoras y colonias invernales, cortas y regionales para la mayoría de especies, pero muy largas a escala continental como el Nóctulo común (Nyctalus noctula). Entre los mamíferos terrestres, los ungulados muestran desplazamientos estacionales de corto alcance en zonas montañosas, aunque hoy día muchas veces cortados por las vallas cinegéticas.
Rapaces y cigüeñas en El Estrecho de Gibraltar
Especies de gran tamaño y actividad diurna con vuelo de tipo planeado, es decir con poco batido de alas, que aprovechan las corrientes térmicas ascendientes formadas únicamente en la superficie terrestre por convección de las radiaciones solares. Las rutas migratorias de estas aves minimizan el tránsito por el mar, dónde no se forman esas térmicas y obliga un vuelo de tipo batido.
El Estrecho de Gibraltar es una de las zonas de paso más importantes entre los hemisferios norte y sur, cruzado por entre 300.000 y 500.000 planeadoras: un tercio de cigüeñas y dos tercios de grandes rapaces, provenientes de Europa occidental. El paso primaveral pre-nupcial cuenta con menos individuos (solamente individuos maduros) y es más alargada (febrero-junio) mientras el paso otoñal post-nupcial se enriquece con jovenes del año y suele ser más concentrada (agosto-septiembre). Los meses de junio y noviembre hasta febrero son los más tranquilos. La migración otoñal impresiona con sus grupos muy fornidos, especialmente si el mal tiempo les bloquea varios días del lado europeo; pero la prenupcial ofrece el espectáculo emocionante de la llegada de las aves a Europa, exhaustas y llegando a muy baja altitud, y suele ser más densa durante el mes de marzo.
Los pasos son escalonados y las especies siguen un orden establecido. En cuanto a la migración de las cigüeñas blancas, llega a ser compleja hasta el punto de juntarse a finales de verano grupos en migración post-nupcial (cigüeñas septentrionales que bajan en verano según el patrón clásico), grupos en migración pre-nupcial (cigüeñas meridionales que bajan y vuelven de África muy temprano) y cigüeñas que ya no cruzan el Estrecho hacía África.
Cigüeña blanca
Milano negro
Cigüeña negra
Alimoche
Culebrera
Calzada
Gavilan
Buitre leonado
Abejero
Tabla resumen de la temporalidad de paso de las aves planeadoras en el Estrecho de Gibraltar
Pequeñas aves no planeadoras
Migración masiva de entre 30 y 50 millones de aves al año pero este fenómeno pasa muy desapercibido porque ocurre en su inmensa mayoría durante la noche. Vencejos
Más datos en adelante 😉
Aves marinas y costeras de Andalucía
Migración visible todos los días del año. Unas 35 especies de aves marinas.
Pardela cenicienta (Calonectris diomedea) >600.000
Pardela balear (Puffinus mauretanicus) >23.000. 100% de la población mundial pasa por el Estrecho.
Alca común (Alca torda) >30.000
Alcatraz (Morus bassanus) 100.000
Fauna marina migradora en aguas del Estrecho
Aunque más discreta y difícil de observar con los prismáticos, no podemos olvidar la fauna marina que transita entre el Mar Mediterráneo y el Oceano Atlantico, y cuyo punto ideal de observación es evidentemente el Estrecho de Gibraltar. Al contrario, la mayoría de las especies animales derivan transportadas por las corrientes marinas (el pláncton). Llevar a cabo censos de fauna marina resulta una tarea inmensamente compleja, y por ello, se indican las siguientes cifras a modo de orden de magnitud, siempre tomando en cuenta una importante variabilidad.
Cachalote
Entre las siete especies comunes de cetáceos en el Estrecho, hay dos grandes migradores: los cachalotes (Physeter catodon) con más de un centenar de avistamientos anuales y los rorcuales (Balaenoptera physalus) con menos de un centenar.
Rorcual común
Existe muy poca información númerica sobre las Tortugas bobas (Caretta caretta) aunque han desaparecido como reproductores regulares en el litoral andaluz.
Atún rojo
Entre los peces, se encuentra el Atún rojo (Thunnus thynnus), conocido desde siempre y pescado desde la época romana. Pasa el invierno en las frías aguas del Atlántico Norte y regresa a final de la primavera en las cálidas aguas del Mediterráneo para reproducirse, tras una migración de más de 2.500 millas agrupado en bancos o cardúmenes de miles de individuos. Se pescan menos de 10.000 atunes rojos al año en las almadrabas del Estrecho. Otros muchos peces migradores, como Peces espada (Xiphias gladius), las Anguilas y un largo etc. de especies comerciales.
Tortuga boba
Cachalote
Rorcual común
Atún rojo
Tortuga boba
La migración de los insectos
Como en el resto de los invertebrados, la temperatura corporal de los insectos varía directamente con el ambiente. El frío invernal, propio del clima templado, supone una severa limitación por congelación de los tejidos y ausencia de fuentes de comida. En general los insectos sobreviven el invierno entrando en una fase de latencia temporaria (diapausa) hasta la primavera siguiente. Estas especies desarrollan todo su ciclo vital en un territorio y se consideran como residentes.
Otros insectos no resisten al invierno pero son capaces de colonizar una región desde latitudes meridionales mediante su fase dispersiva (adultos alados). Estos fenómenos son muy visibles, incluso a escala continental, cuando se dan condiciones favorables a explosiones demográficas entre insectos con gran capacidad de vuelo. Cuando se comprueba la existencia de un vuelo otoñal en dirección opuesta, se confirma una migración de larga distancia (definición más estricta). A diferencia de los vertebrados, un solo individuo no completa ambos viajes y el ciclo entero es realizado por etapas entre varias generaciones (migración multi-generacional).
Un gran plasticidad intra- e inter- específica proporciona una gran variabilidad de situaciones entre años y latitudes… La mariposa Atalanta (Vanessa atalanta) regresa al Mediterráneo en otoño cuando su planta huésped (ortigas) es de nuevo disponible y cuenta asimismo con una generación invernal en el sur ; pero esta misma mariposa también puede entrar en diapausa y sobrevivir en fase de adulto en el norte de Europa. En otro ejemplo espectacular, la mariposa Monarca (Danus plexippus) es una migradora multi-generacional de larga distancia en Ámerica del norte, pero se comporta como residente en el Sur de Europa, donde su área de distribución es limitada por condiciones ambientales constantes ya que esta población no entra en diapausa.
Las migraciones de insectos son a menudo difíciles de observar y su conocimiento ha crecido enormemente en las últimas décadas. Es muy interesante comprobar como esta estrategia ha aparecido en diferentes ordenes de insectos.
Mariposas migradoras en España
Se descubrío hace pocos años, que la Mariposa de los cardos (Vanessa cardui) es el lepídoptero con mayor migración de larga distancia, realizando anualmente un viaje entre África occidental (Senegal) hasta el norte de Europa (Escandinavia), y pudiendo cubrir en hasta 6 generaciones una distancia de 14.000 km. Otra viajera cuyo recorrido al sur se centra en el Mediterráneo es la Atalanta (Vanessa atalanta). Otras especies muy comunes y residentes en Andalucía tienden a ser migradoras en el norte de Europa como son los casos de la Colias común (Colias crocea), la Blanquita de la Col (Pieris rapae), la Blanca de la col (Pieris brassicae) y la Azul estriada gris (Leptotes pirithous). Algunas especies más escasas en el sur de la Penínsua Ibérica parecen ser migradoras ocasionales como la Nacarada de espejos (Issoria lathonia). También existen (pocos) casos donde el sur de España y el Mediterráneo constituyen el límite septentrional de invasión por parte de especies norte-áfricanas como son la Aurora de la alcaparra (Colotis evagore) y la Mariposa Tigre / Monarca africana (Danaus chrysippus). Recordemos que la Mariposa Monarca / Monarca del Nuevo Mundo (Danus plexippus) es residente en el entorno del Estrecho de Gibraltar.
Cardera
Atalanta
Colias
Blanquita de la col
Estriada gris
Nacarada de espejos
Aurora de la Alcaparra
Mariposa Tigre
Polillas migradoras en la Península ibérica
Las polillas contienen 90 % de los lepidópteros y representan el grupo de insectos con mayor número de especies migradoras conocido. La familia Sphingidae, cuyos adultos son de gran tamaño y potentes voladores, acoge numerosas especies migrantes, destacando la Esfinge colibrí (Macroglossum stellatarum), inusual por tener hábitos diurnos y muy sencilla de observar. Otras migradoras visibles en Andalucía, atraídas por la luz artificial durante o visibles de día por sus llamativas orugas alimentandosé en su planta huésped, son la Esfinge rayada (Hyles livornica), la Esfinge de la correhuela (Agrius convolvuli), la Esfinge de la calavera (Acherontia atropos), la Esfinge de la adelfa (Daphnis nerii) y la Esfinge de la vid (Hippotion celerio), esta última muy rara en el resto de Europa. La inmensa familia de los Noctuidae también acoge numerosas migradoras, las más abundantes suelen alimentarse sobre plantas huesped variadas (polifagas) y en no pocas ocasiones, tienen un impacto sobre los cultivos agrícolas, como en los casos de la Noctuela mediterránea (Spodoptera littoralis) o de la Gamma (Autographa gamma), sencillo de observar por sus hábitos diurnos. Especies llamativas de otras familias de Lepidoptera Heterocera son la Polilla arlequín (Utetheisa pulchella) y la Palomilla diamante (Plutella xylostella). En realidad, decenas de especies se reproducen en el Mediterráneo y África y se dispersan hasta el norte de Europa durante el verano cuando las condiciones en altas latitudes dejan de ser desfavorables.
Esfinge colibrí
Esfinge rayada
Esfinge de la correhuela
Esfinge de la adelfa
Noctuela mediterránea
Plusia gamma
Polilla arlequín
Palomilla diamante
Libélulas migradoras desde el Mediterráneo
Es muy sencillo comprobar en el campo la gran capacidad de vuelo de las libélulas. Los adultos recientemente emergidos se dispersan y maduran sexualmente en zonas ajenas antes de colonizar una zona acuática favorable. En un pequeño número de casos, el ciclo vital incluye desplazamientos bi-direccionales de grandes masas (migración). Se trata generalmente de libélulas con reproducción en humedales temporales mediterráneos o saharianos. Doñana es el mayor reservorio europeo para estos odonatos cuyos adultos se desplazan largas distancias y larvas resisten un cierto grado de salinidad. En el caso del Emperador menor (Anax ephippiger), cada año y a finales del invierno, un pequeño número de adultos procedentes de África coloniza Doñana (y otras lagunas) ; la siguiente generación es más o menos numerosa en función de las condiciones locales anuales ; en años muy favorables con explosiones poblacionales en Doñana y/o en otros humedales africanos, la especie invade el resto del continente europeo, pudiendo generar una tercera generación de adultos en latitudes altas. No se sabe si esta generación realiza un viaje hacía el sur. Este regreso sí ocurre con la Esna Falso Zafíro (Aeshna mixta): se dispersa cada año principalmente desde Doñana (antes de su desecación) hasta las montañas áridas del Sur Este de España y coloniza grandes partes de Europa. Tercera especie : se observan ocasionalmente inmensas bandadas de Libélulas migradoras (Sympetrum fonscolombii) al final de la primavera, sobre todo desplazándose a lo largo de la costa, bien procedente de Doñana u de otro humedal del Sáhel. Finalmente mencionar la Libélula del Desierto (Sympetrum sinaiticum), especie típica de los arroyos del arco mediterráneo español, que estiva en las sierras durante el verano antes de recolonizarlos en otoño.
Emperador menor
Langosta migratoria
Libélula migradora
Langosta del desierto
Enjambres de langostas en el Sur de Europa
A diferencia de otros saltamontes (Orden Orthoptera – Suborden Caelifera) más sedentarios, las langostas pueden agruparse en bandadas de hasta millones de individuos y desplazarse a escalas continentales. Forman enjambres siguiendo una dirección mayoritaria, sin regreso marcado, y por tanto no se consideran como especies migradoras en un sentido más estricto. Se podría contra-argumentar que estos desplazamientos pertenecen a una estrategia de supervivencia a largo plazo. Cuando la vegetación herbácea agosta, las densidades de saltamontes (en fase solitaria) aumentan y asimismo los contactos entre individuos, desencadenando una reacción hormonal. Las siguientes generaciones cambian gradualmente de aspecto, adquiriendo una forma con alas más alargadas y un cuerpo más robusto y oscuro gracias a los pigmentos de melanina (fase migradora). Entonces, el enjambre empieza a moverse buscando zonas más favorables a largas distancias… En nuestro entorno próximo, este fenómeno se da sobre todo en regiones de África, con enjambres de Langosta del desierto (Schistocerca gregaria) desplazandose por el continente y pudiendo alcanzar las Islas Canarias. Algunos individuos aislados se han encontrado en Andalucía. Aunque menos conocidas en Europa, se han observado plagas puntuales de langostas en la Península Ibérica con una frecuencia nada escasa durante el siglo XX : Langosta-Aspa mediterránea (Dociostaurus maroccanus) y Saltamontes-rubio trillado (Calliptamus barbarus). Podemos también citar la Langosta migratoria (Locusta migratoria), especie asentada hoy día sin fase migratoria en Europa occidental y procedente en origen probablemente de las llanuras asiaticas.
Langosta del desierto
Langosta migratoria
Langosta-Aspa mediterránea
Langosta del desierto
Moscas migradoras en Andalucía
Entre los dípteros (insectos caracterizados esquemáticamente por tener dos alas), destaca la familia Syrphidae, moscas muy parecidas a las avispas gracias a sus colores amarillo y negro muy llamativos. Algunos de estos sírfidos son grandes migradoras y se observan durante el día visitando a menudo los jardines y los patios (interesante relato) en búsqueda de alimentos (néctar para los adultos, pulgones para las larvas). La Sírfa cernidora (Episyrphus balteatus), la Sírfa de los jardines (Eupeodes corollae) y la Sírfa pluma (Sphaerophoria scripta) cuentan con un pico de abundancia acusado en primavera y otro más discreto en otoño. Con distribución principal en Europa, estas especies migran hacia el sur en otoño e invernan en las áreas mediterráneas más cálidas, destacando la Península Ibérica y el Magreb. Más especies de sírfidos son igualmente migradores.