Los ríos en Andalucía
Una red que conecta territorios y lleva la fuente de vida y biodiversidad.
La red hidrográfica de Andalucía se organiza principalmente en torno a la depresión del río Guadalquivir que desemboca en el Océano Atlántico. Curiosamente existe cierta controversia sobre el emplazamiento del nacimiento de este río, oficialmente situado en la Sierra de Cazorla (Jaén). Sus afluentes principales son los ríos Guadiana Menor, Genil y Guadalimar. La cuenca atlántica recibe además al río Guadiana, que fluye al norte de Andalucía y hace frontera con Portugal y los ríos Odiel, Guadalete y Barbate. La cuenca mediterránea cuenta con ríos más cortos: Guadiaro, Guadalhorce, Guadalfeo, Andarax, Almanzora y Segura.
Andalucía se caracteriza por un clima mediterráneo semi árido que provoca una fuerte evaporación del agua (estiaje) en los tramos medios y altos. Nuestra región se distingue por la importancia numérica de los arroyos temporales y de las ramblas (estas últimas solo desaguan el agua de lluvia). Aun así, los tramos bajos de los principales ríos son permanentes.
Resaltar la omnipresencia de embalses construidos en toda la red hidrográfica y donde prosperan los peces invasores alóctonos.
Los ríos, agua en movimiento… Borbotones en los nacimientos; alumbrado por las rocas y galán de las montañas; finos hilos que corren entre rocas y bosques; lecho de insectos y de ninfas aladas; alegría del verano; camino que toma fuerza y amplitud tras las lluvias; masas de agua solemnes, tranquilas pero dispuestas a desbordarse; se precipitan hacia el mar sin fatalidad; engendran marismas y estuarios; nutren el mar. … Fuentes de vida.
Las adelfas (Nerium oleander), con su magnífica floración, son arbustos espontáneos típicos de las riberas de los ríos en Andalucía, de caracter temporal.
Meandro del río Genil aguas arriba de una presa: la obstrucción del cauce del río ha permitido el desarrollo de una vegetación acuática de interés.
La química del río Tinto es una de las más extrañas y fascinantes de toda Europa.
Crûe sobre el Guadalquivir en la ciudad de Córdoba y su famoso puente romano milenario.
Destacan especialmente por su naturalidad e interés biológico: la cuenca del Guadiaro, con los ríos Genal y Hozgarganta; varios arroyos de la Costa del Sol; el arroyo Pedroches junto a la ciudad de Córdoba, y algunos otros. Mencionar un río extraordinario, el Tinto, caracterizado por sus aguas muy acidas de pH 2, donde solo pueden desarrollarse tapetes de bacterias extremófilas. No menos interesantes son los arroyos salados de la depresión del Guadalquivir, que constituyen igualmente una muestra muy escasa en el continente europeo y albergan una biodiversidad importante de coleópteros acuáticos endémicos. Estos arroyos suelen estar mejor conservados porque la salinidad de sus aguas y de sus lindes limita la agricultura.
Destacar a los peces autóctonos, muchos de ellos endémicos y adaptados a las condiciones de los arroyos temporales; los invertebrados bentónicos que resultan ser bioindicadores de la calidad de las aguas; las libélulas de aguas corrientes muy abundantes en los tramos medios, aunque el interesante gonfus pálido (Onychogomphus costae) aparece sobre todo en los tramos bajos. Entre los vertebrados, citar la nutria (Lutra lutra), cada vez común, y las aves paseriformes ribereñas: el zarcero berebere (Iduna opaca) y el pájaro moscón (Remiz pendulina). En cuanto a las cabeceras de los arroyos, ofrecen pozas muy buenas para la cría de los anfibios y en especial de las salamandras (Salamandra salamandra).
2007: un año completo de estudio de insectos acuáticos (+200 días de campo) en los mejores y peores arroyos de Andalucía.
Las adelfas (Nerium oleander), con su magnífica floración, son arbustos espontáneos típicos de las riberas de los ríos en Andalucía, de caracter temporal.
La red hidrográfica de Andalucía se organiza principalmente en torno a la depresión del río Guadalquivir que desemboca en el Océano Atlántico. Curiosamente existe cierta controversia sobre el emplazamiento del nacimiento de este río, oficialmente situado en la Sierra de Cazorla (Jaén). Sus afluentes principales son los ríos Guadiana Menor, Genil y Guadalimar. La cuenca atlántica recibe además al río Guadiana, que fluye al norte de Andalucía y hace frontera con Portugal y los ríos Odiel, Guadalete y Barbate. La cuenca mediterránea cuenta con ríos más cortos: Guadiaro, Guadalhorce, Guadalfeo, Andarax, Almanzora y Segura.
Andalucía se caracteriza por un clima mediterráneo semi árido que provoca una fuerte evaporación del agua (estiaje) en los tramos medios y altos. Nuestra región se distingue por la importancia numérica de los arroyos temporales y de las ramblas (estas últimas solo desaguan el agua de lluvia). Aun así, los tramos bajos de los principales ríos son permanentes.
Meandro del río Genil aguas arriba de una presa: la obstrucción del cauce del río ha permitido el desarrollo de una vegetación acuática de interés.
Resaltar la omnipresencia de embalses construidos en toda la red hidrográfica y donde prosperan los peces invasores alóctonos.
La química del río Tinto es una de las más extrañas y fascinantes de toda Europa.
Destacan especialmente por su naturalidad e interés biológico: la cuenca del Guadiaro, con los ríos Genal y Hozgarganta; varios arroyos de la Costa del Sol; el arroyo Pedroches junto a la ciudad de Córdoba, y algunos otros. Mencionar un río extraordinario, el Tinto, caracterizado por sus aguas muy acidas de pH 2, donde solo pueden desarrollarse tapetes de bacterias extremófilas. No menos interesantes son los arroyos salados de la depresión del Guadalquivir, que constituyen igualmente una muestra muy escasa en el continente europeo y albergan una biodiversidad importante de coleópteros acuáticos endémicos. Estos arroyos suelen estar mejor conservados porque la salinidad de sus aguas y de sus lindes limita la agricultura.
Crûe sobre el Guadalquivir en la ciudad de Córdoba y su famoso puente romano milenario.
Destacar a los peces autóctonos, muchos de ellos endémicos y adaptados a las condiciones de los arroyos temporales; los invertebrados bentónicos que resultan ser bioindicadores de la calidad de las aguas; las libélulas de aguas corrientes muy abundantes en los tramos medios, aunque el interesante gonfus pálido (Onychogomphus costae) aparece sobre todo en los tramos bajos. Entre los vertebrados, citar la nutria (Lutra lutra), cada vez común, y las aves paseriformes ribereñas: el zarcero berebere (Iduna opaca) y el pájaro moscón (Remiz pendulina). En cuanto a las cabeceras de los arroyos, ofrecen pozas muy buenas para la cría de los anfibios y en especial de las salamandras (Salamandra salamandra).
2007: un año completo de estudio de insectos acuáticos (+200 días de campo) en los mejores y peores arroyos de Andalucía.
Pozas en ríos mediterráneos temporales
Durante el período estival, una fase de desecación caracteriza los arroyos medios y las cabeceras de los ríos y arroyos mediterráneos. Las zonas más profundas e impermeables del lecho menor conservan el agua y forman cuencas, verdaderos oasis para la fauna y la flora acuáticas.