Los Dolomitas son un paraíso para los naturalistas gracias a su diversidad incomparable de ecosistemas, con la flora alpina de altitud, los densos bosques de coníferas, las formaciones rocosas de renombre mundial y los sugerentes lagos que encontramos en diferentes pisos alpinos. Nos juntamos un terceto de excursionistas para disfrutar del frescor de la montaña y descubrir la biodiversidad de los Alpes… y, si tuviéramos suerte, avistar algunas especies nuevas de libélulas.

Un viaje de naturaleza clásico: Los Dolomitas italianos. Vistas desde el Passo di Giao.

En este viaje de naturaleza estival, de una semana de duración, cambiamos de alojamiento cada dos o tres días para descubrir un área amplio y nuevos paisajes. Exploramos primero los Alpes de Lombardia poniendo enseguida rumbo a la región de Trentino – Alto Adige / Südtirol. ¡Que belleza de país! No deja de sorprender el acervo austriaco de Italia del Norte. Por supuesto disfrutamos con los productos y la gastronomía local. Charlas en Italiano – Castellano: resulta muy divertido conversar cada uno en su idioma y entendernos 😉 … más o menos.

Medioluto norteño (Melanargia galathea).

Viaje del 13 al 19 de julio, con punto de reunión por la tarde en el aeropuerto de Milá-no. Aï con la Barriera Milano Est ¡Qué desastre de peaje! Nos paramos en la carretera en un restaurante al azar donde disfrutamos con un cena exquisita. A pesar de llegar muy tarde, tuvimos una muy buena acogida en la Casa Acero Rosso, cerca de Edolo, en el camino montañés hacía Los Dolomitas. Ayuda mucho al viajero alojarse a proximidad de los dueños y, sin duda, resulta más agradable entablar conversaciones cara a cara.

Día 1

Lombardía – Valle di Sant’Antonio 

Un recorrido perfecto para iniciar nuestro viaje con un sendero linear de unos 3 km de longitud y 200 metros de desnivel que permite medir nuestra condición física sin desgastarnos. El valle del Brandet, en torno a los 1.300 msnm, es muy estrecho y recorrido por un torrente que lleva sus aguas con mucha energía. Disfrutamos muchísimo del frescor intenso y del verdor del ambiente. Pronto el pendiente se hace muy suave y aparecen cabañas junto a pequeños prados de siega. El camino acaba en un pequeño circo glaciar dominado por picos de más de 2.600 metros. Todo muy recogido y con vistas preciosas a las cumbres.

Arroyo del Valle Brandet en la Riserva Natural Valle di Sant’Antonio 

Disfrutamos en el camino con la mosca escorpion (cf. Panorpa communis), abundantes mariposas (Erebia, Melitaea, Lycaena, etc.) libando en una vegetación de sotobosque de hojas anchas y saltamontes endémicos Nadigella (Miramella) formasanta. Mi insecto favorito del día ha sido sin duda la inconfundible Vespula rufa L., de amplia distribución en el Paleárctico pero restringida a zonas frescas, y presente por ej. al NO de España.

Galería fotográfica

La actividad era intensa en la montaña con los locales recogiendo el heno de pasto a fuerza de brazo. Paramos a la vuelta en el refugio de montaña Val Brandet para tomar un refresco. Observamos con delicia como se relacionan las familias italianas en un sábado de verano.

Día 2

Passo di Gavia

Buscamos un acceso sencillo a la alta montaña y su vegetación rala poniendo rumbo al Passo de Gavia, un collado perchado a unos 2.600 metros de altitud y con los Alpes italo-austriacos como telón de fondo. Al no poder acometer esa excursión un día que no fuese un domingo, nos sorprendió la gran cantidad de moteros que recorrían sus famosas curvas. Bendita época cuando la misa era obligada. La carretera llega a ser extremamente estrecha y el ruido bastante intenso cerca del refugio, culminando ese anti-climax estresante hora antes de la comida.

Lago Bianco en el Passo di Gavia

Exploramos las riberas de los lagos Bianco y Nero, sin exíto con el avistamiento de odonatos por las altas cuotas y el frío intenso de sus aguas. Nos divertimos con un grupo de 45 chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus) y parejas vistosas de collalba gris (Oenanthe oenanthe). Más sorprendente fue la detección de un juvenil de rana bermeja (Rana temporaria) que encontramos en su cuota de máxima altitud conocida en Europa (van Rensburg et al., 2021). También pudimos disfrutar de una rica flora alpina de la cual solo pude poner nombres de género… Soldanella, Primula, Pulsatilla, Ranunculus, Myosotis, Gentiana, Pinguicola, entre otras, así como las bonitas gramíneas Eriophorum y los espectaculares ojaranzos, o rododendro, de montaña en plena floración.

Galería fotográfica

Nos alojamos por una noche en la coqueta ciudad de Bolzano, impresionados por los vergeles de manzanos que se extienden por el Valle del río Adige. ¡La fruta de media Europa debe provenir de esta zona! Se dejan notar -y mucho- el calor pegajoso a tan poca altitud (250 msnm). Agradablemente, el centro histórico facilita un tiempo cultural bienvenido en el periplo.

Día 3

Alpe di Villandro

No nos conformamos en dejar las lagunas de alta montaña atrás y nos ponemos de nuevo en búsqueda de medios acuáticos fácilmente accesibles por nuestra pequeña tropa. Hoy, nos pararemos en Villandro… aunque quizás sea mejor dicho Villanders. Una lugareña joven nos deja muy claro que es mejor agradecer con un «danke» en esta aldea del Sud Tirol, distante en unos 50 km de la frontera. La localidad parece muy prometedora haciendo caso al detallado artículo de Assandri et al. (2022).

Pinos cembro (Pinus cembra) junto a los pastos de altitud y a ejemplares de pino de montaña enano (Pinus mugo).

Desde el aparcamiento del Refugio Gasser hasta la Capilla de Toten (2.200 msnm), son 5 km de distancia y 400 metros de desnivel por recorrer a pie. Nos encontramos con el Alpe di Villandro, una de las pasturas alpinas más extensas de la zona (20 km²) que cuenta con fuerte presencia humana y un centenar de cabañas alpinas testigo de una gran tradición de pastoreo. El día es caluroso y la sombra escasea entre los pinos enanos de montaña (Pinus mugo)… Así que sufrimos un poco en plena solana. Todo el entorno es un lugar de peregrinación y el sendero hacía la capilla un via crucis. Resulta que «toten» se refiere a los muertos en alemán… Las cosas encajan. Disfrutamos arriba con una chica que entona brevemente un canto tiroleano muy suave y que llena el alma.

Lagunas Schwarzsee ou Seebergsee (habría que decidirse entre el negro y el verde…).

Detrás del collado, se extiende un conjunto de tres lagunas, demasiado distantes porque habría que rodear bastante sus riberas. Fugazmente, un Mirlo capiblanco (Turdus torquatus alpestris) pasa y persigue a un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). Exploramos una laguna más próxima, aunque sin éxito por su profundidad y ausencia de vegetación emergente. Paramos para un refresco en el refugio vecino, entre rustico y fashion. La vista sobre el macizo de Los Dolomitas es realmente espectacular, a pesar de la nubosidad que las rodea, y merecedora de la visita… Nada supera una aproximación lenta hacía meta… En la bajada, tenemos la suerte de encontrar la bonita mariposa Coenonympha gardetta.

Galería fotográfica

Nos espera un largo recorrido de 2 horas (¿Cómo Demonio se abre el tapón de la gasolina?) antes de alcanzar San Vito de Cadore. Llegamos tarde y algo agotado… Pero en el camino, avistamos la más celebres de todas las cumbres de la región, las famosas Tres Cimas (Tre Cime di Lavaredo). Por fin estamos de lleno en Los Dolomitas. Mañana nos pondremos serios 😉

Día 4

Antelao, el «Rey de las Dolomitas»

Pasamos el día explorando hábitats cercanos al Monte Antelao (3.264 msnm) en breves excursiones. Impresiona sobremanera la roca dolomítica desnudada de color blanco puro en los arroyos torrenciales. Primero paseamos por un sendero con buen acceso encima del pueblo, con gran cantidad de insectos volando entre los claros del bosque y las lindes herbáceas. Luego, emprendemos un paseo cómodo a lo largo del río Boite en una zona muy tranquila junto a Barco di Cadore. Finalmente, tras una comida rica, aprovechamos el atardecer desde el lago urbano de Mosigo con vistas inmejorables sobre la montaña.

¡La Lopinga achine!, una mariposa realmente rara, presente en los bosques mejor conservados.

Tuvimos una buena recolección de mariposas a lo largo del día, destacando la siempre rara Lopinga achine (Bacante) y la Coenonympha arcania, entre otras especies. Pudimos fotografiar tres especies de coleópteros longicornios, algún ortóptero como el Saltamontes dorado Euthystira brachyptera o la muy elegante Pholidoptera aptera (Ensifera). Causo gran impresión descubrir en la ribera del Boite un haya (Fagus sylvatica) completamente purpurea y que parecía silvestre. Y, por supuesto, el avistamiento de una esfinge abejorro (Hemaris fuciformis) siempre trae alegría al entomólogo.

Galería fotográfica

El atardecer junto al lago fue un momento apacible que dejo tiempo para disfrutar del paisaje y apreciar una discreta «enrosadira», los famosos cambios de coloración y juegos de colores en las potentes paredes de las montañas, antiguamente conocidas como Monti Pallidi. Pudimos contemplar la geomorfología dolomítica, un tipo de caliza rica en magnesio, llamando la atención sus conos de arenas dolomíticas que parecen nieve en la distancia. El ambiente distendido de las familias paseando por las orillas del lago contribuye al ambiente sereno. Por una ladera cercana, los ortópteros se activan (Pholidoptera, Leptophyes, etc.) entre maleza y hierbas densas.

Día 5

EN carretera, pasando por Giau

Abandonamos Los Dolomitas centrales para dirigirnos hasta el Oeste, otra zona muy interesante de este gran macizo montañoso. Un día adicional hubiera sido muy provechoso en San Vito para explorar, al menos, el entorno de las Tres Cimas… Pero no podíamos abarcar tantos kilómetros. Primera parada: una excursión bucólica y forestal, donde volvemos a observar la Bacante, junto al lago d’Ajal. Aunque bastante aislado, se encuentra demasiado urbanizado con corta-césped, aguas eutrofizadas y una familia de ánades reales. La estampa resulta algo grotesca.

Praderas alpinas en Passo di Giau.

Suben pronto los ánimos. Las vistas desde el collado de Giau (2.200 msnm) son fabulosas apuntando cumbres de más de 3.000 metros de altitud como la Marmolada. Nos encontramos en la zona alpina, el área por encima de la línea de árboles donde predominan las praderas alpinas con una gran variedad de flores silvestres. De nuevo, el tiempo y los conocimientos escasean para nombrar las plantas que observamos, pero la densidad es impresionante, esta vez con una buena representación de orquídeas y muchas otras familias. Nos llama la atención la belleza del Falso edelweiss, o Pie de gato, Antennaria dioica (L.), una compuesta también presente en Sierra Nevada (foto).

Lago d’Alleghe.

Pasamos el bonito lago d’Alleghe, sin pena ni gloria, con nuestras primeras libélulas (¿?): Ischnura elegans (el azulillo elegante) y Orthetrum brunneum (la centinela azulada)… Por lo menos, el café italiano es delicioso.

Facalde bajo la lluvia.

Finalmente, nos aproximamos a Falcade, un pueblo bonito y poco turístico con tiendas a pie de casa y librería. Nos instalamos para tres noches en nuestro último paradero. Disfrutamos con el espectáculo de la lluvia sobre la iglesia. Entendemos mejor porque toda la región es tan verde y espesa a pesar del substrato geológico carbonatado sobremanera drenante.

Día 6

Passo San Pellegrino – Lago di Carreza

Lago di Carezza

Primero nos paramos en el Passo San Pellegrino sobre los 1.500 msnm para evitar atascos previstos en Vigo di Fassa y paseamos por las laderas empinadas y boscosas del valle epónimo. Por la mañana, esperamos detectar aves forestales, que hasta ahora, nos han faltado… pero tenemos muy poco éxito y nuestra cosecha se limita a un muy poco discreto Chochín común (Troglodytes troglodytes). Observamos libélulas indeterminadas de la familia Aeshnidae en un par de claros… ¡Frustración! La dejamos atrás rápidamente, contemplando plantas umbrofílas y algo exuberantes, como las ranunculáceas del género Aconitum spec. y coleópteros brillantes como la Chrysolina fastuosa.

Galería fotográfica

Resulta complicado no ser decepcionado por el Lago di Carreza, una de las atracciones más populares de Los Dolomíticas. Junto a la carretera, con un aparcamiento inmenso rápidamente saturado, un centro comercial con tienda de ropas y una multitud de turistas algo desinhibidos. Aconsejamos visitarlo muy temprano por la mañana para disfrutar un momento contemplativo. Más allá de la masificación y de fotos siempre preciosas, llama la atención la muerte masiva de coníferas alrededor del lago con laderas enteras esquilmadas y recortadas. Observamos este fenómeno desde el primer día en todos los bosques visitados con piceas (Picea abies) muertos en pie. Parece que las coníferas del Treventino sufren especialmente del ataque de coleópteros scolítidos estos últimos años. Añadimos un par de libélulas muy comunes incluso en Andalucía: la Azulado de copa (Enallagma cyathigerum) y la Esna verdeazulada (Aeshna cyanea).

Galería fotográfica

A la vuelta, improvisamos una parada en el Lago di San Pellegrino, aunque no parecía muy atractivo desde la distancia, sobre todo después de tantos lugares visitados… Sus riberas turbosas — con Sphagnum spec., Comarum palustre, Eriphorum spec., etc. —  fueron una grata sorpresa. Al fin, observamos odonatos claramente norteños (al menos desde nuestra perspectiva): Cordulia metalica (Somatochlora metallica), Libélula de cuatro manchas (Libellula quadrimaculata), Azulado montañés (Coenagrion hastulatum) y el Patiblanco celeste (Platycnemis pennipes), especies presentes en Los Pirineos españoles.

Nos subió la moral. Por la noche, nos fuimos al restaurante a probar especialidades que no encontramos en España.

Día 7

Finalmente…

Último día de nuestra excursión alpina 2024. Dirección el Passo Valle, su refugio, estación de esquí y caminata hasta el Lago de Calvia. Donde hay agua, hay vida, y hay que intentarlo. La predicción meteorológica del día es buena, el recorrido sencillo con unos 200 metros de desnivel, y después de una semana de viaje, el cuerpo estaba ya rodado… Sin embargo, no eramos preparados para lo que nos iba a llegar muy en breve.

Aeshna caerulea, una de las libélulas más icónicas de la fauna europeas, con distribución boreo-alpina y ausente de la Península Ibérica.

Enseguida el día se pone chulísimo: un sendero bien marcado y poca pendiente cruza una zona de bosque abierto con zonas turbosas. Que paisaje más bonito… Triunfamos con una grupo/¿familia? de nada menos que cinco Cascanueces norteño (Nucifraga caryocatactes). La suerte sigue acompañando cuando salvamos todo el desnivel sin esfuerzo gracias al teleférico. Arriba de la montaña (2.200 msnm), visitamos sucesivamente dos charcas de pequeña dimensión más propicias a nuestro interés que el lago di Calvia, inmenso y probablemente muy profundo. En muy poco tiempo avistamos la Esna de turbera (Aeshna juncea), y de nuevo el caballito Azulado montañés, junto a A. cyanea y L. depressa. En los alrededores, reclama el Bisbita alpino (Anthus spinoletta), perchado en un picea. ¡Y por fin! … el broche, la sorpresa, la esperada y soñada… Aeshna caerulea, una hembra preciosa asoleándose contra una roca grande en la misma charca.

Galería fotográfica

No tenemos mucho tiempo de disfrute porque empieza a gotear. Y lo que podía ser un chaparrón inofensivo se convierte en verdadero diluvio. Sobre las 13:00, nos pilla el toro de forma desprevenida. Nos ponemos en marcha y empapamos completamente. Tras una parada en la caseta del teleférico y antes de la incertidumbre meteorológica de la tarde, seguimos camino, bajando una pendiente bastante empinada y bien mojada… Salvamos el recorrido con cuidado y llegamos al aparcamiento cuando vuelve a salir el sol. Tuvimos mucha suerte con el tiempo durante todo el viaje… esta nos recuerda los peligros de la montaña y la necesaria precaución en cuotas altas.

Ahora ya las conocemos, al menos un poco, esas montañas Dolomitas que tanto hablan. Esperamos volver a verlas pronto.

Día 8

Desde Milá-no hasta Sevi-lla

Nuestro viaje se acaba y es tiempo de volver hasta la tierra natal. Nos espera un largo día con más de 6 horas de coche y volver a pasar por la temible Barriera Milan Est. Nos levantamos temprano por la mañana y alcanzamos Andalucía sobre las 20:00. Un día muy largo… Pero nos vamos con los recuerdos de Los Dolomitas para siempre.