Observar al Oso Pardo Cantábrico en su entorno natural es una experiencia realmente extraordinaria. Qué emoción nos invade cuando el plantígrado aparece en nuestra retina, realizando sus actividades sin verse amenazado. El Cantábrico occidental, entre Asturias y León, se ha convertido en la Meca de la naturaleza y de los observadores de osos en Europa. Un viaje que no defrauda y que conviene realizar durante la temporada de verano, cuando la España mediterránea es un infierno.

Brown bear in Degaña Asturias

El primer instinto cuando piensas en estar lo suficientemente cerca como para ver un oso en la naturaleza… es el miedo. Pensamiento sano y normal a priori. Pero repitamos que en esta región particular de Europa los osos no representan (prácticamente) ningún peligro. Lo que también resulta descabellado es pensar que el famoso grizli norteamericano es una subespecie de oso pardo (Ursus arctos), es decir un pariente muy cercano del oso pardo cantábrico. Pero mantengamos la calma, los osos cantábricos son inofensivos.

Oso pardo en Degaña y Faraponas en Asturias.

En primer lugar, su tamaño es más pequeño… pero sigue siendo muy imponente en comparación con un ser humano. Esto puede deberse a varios factores, entre otros, a que el clima en España es menos frío que el de otras regiones europeas pobladas por úrsidos. Por lo tanto, los osos necesitan menos proteínas para mantener su metabolismo, e incluso si buscan caroña de vez en cuando, no podemos considerarlos depredadores. Esencialmente frugívoros, se alimentan de frutos del bosque (¡y de los vergeles!). Más importante aún, la larguísima convivencia de la especie con los pastores instalados en las montañas, y la caza sistemática de los osos por parte del hombre… terminaron haciendo al oso muy tímido (hoy) que huye casi sistemáticamente si distingue a un humano. silueta.

 
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A finales de agosto, los osos visitan los avellanos.

¡Hay que comer muchas avellanas o arándanos para cubrir las necesidades energéticas de un animal tan pesado! Los adultos pesan mucho más de 100, incluso 200 kilos. Los osos pasan así largos períodos alimentándose únicamente de pequeños frutos, una circunstancia ideal para nosotros, los observadores, que nos encanta verlos ocupados durante tanto tiempo.

Again, bears near the Pola de Somiedo.

Observar osos no es ver un oso… Hay múltiples configuraciones sobre el terreno: individuos solitarios, machos o hembras (nunca podemos estar seguros, aunque las estadísticas tienden a indicar que los individuos de colores claros suelen ser más hembras y los negros más a menudo machos), madres acompañadas de uno o dos cachorros, que se vuelven independientes después del segundo invierno, jóvenes solitarios o incluso con sus hermanos.

Y los comportamientos de los mamíferos son variados. Según la temporada, los plantígrados se alimentan de diferentes frutos, moras, cerezas, avellanas, hayucos, castañas, etc.